jueves, 15 de septiembre de 2011

Dudo que te lo merezcas.


Desde que tengo memoria, siempre he sido de esas personas que pensaban que la frase "Todo el mundo obtiene  lo que se merece" era completamente cierta. Hoy puedo decir que estaba totalmente equivocada. Conozco a muchas personas que nunca se han esforzado por salir adelante, que les resbala todo lo que les rodea, que se comportan de manera ruín con los demás y que nunca reciben cosas buenas de la vida, es más, todo lo contrario. También conozco a gente que es la bondad personificada, que nunca ha roto un plato y que ni se les ha pasado por la cabeza hacerlo y que son recompensadas continuamente con cosas buenas. Pero después de estos dos grupos he descubierto que hay otro grupo de gente: personas que no pueden ser más buenas porque excederían los límites de la bondad, pero que en cambio, reciben todo lo negativo y encima conjuntamente, de golpe. Esas personas no se merecen eso, y por experiencia propia se que lo pasan muy mal cuando esto les ocurre, ya que no saben el porqué y se preguntan continuamente como hacer para evitarlo, en el fondo sabiendo que hagan lo que hagan, la pelota de cosas malas rebotará contra su muro hasta romperlo y entrará en su vida de nuevo para amargarla cada vez, un poquito más. Quizá debería tomar un ejemplo más personal para explicaros este último tipo de personas. 
  Hace unos meses entró en mi vida una persona muy especial (no viene a cuento decir el nombre), en un principio no llegué a pensar que se metería tan de lleno en mi vida, pero así fue y no me arrepiento de ello. Esta persona se ha ganado mi cariño con cada sonrisa que me ha sacado, con cada lágrima que ha evitado que derramase, con cada palabra de amistad que me ha dicho y con cada gesto que me ha dedicado. Me ha ayudado en infinitas ocasiones, de esas en las que estás tan desbordado que sólo quieres soltarlo todo y que alguien esté ahí escuchándote sin decir una palabra, sólo esperando a que termines para darte un gran abrazo reconfortante que calmará todas tus penas. Y siguiendo la regla en la que creía yo hace un tiempo la vida debería de haberle dado toda la felicidad existente, ¿no? Pues estáis equivocados. Desde hace unos meses su vida no ha sido lo que se dice precisamente, fácil. Ha atravesado numerosos baches y aún está intentando librarse de ellos. Se que lo conseguirá, porque en el fondo, sigo teniendo un poquito de fe en esa regla y se que ella recibirá todo lo que se merece y mucho más, porque no es poco. Con esto quiero decir que aunque puede que en ocasiones vuestra vida parezca sacada de una película de terror, hay una profunda luz al final del túnel, por lo que sólo tenéis que seguir caminando y caminando hacia ella, y si es en compañía de las personas que más os quieren mucho mejor, porque cada vez estoy más convencida (aunque no esté al 100% segura) que en mayor o menor medida todo se soluciona y que aunque puede que no todos recibamos lo que nos merecemos, siempre encontraremos una recompensa en algún lugar que nos haga sonreír y evadirnos de nuestro negro mundo, aunque sólo sea por un corto periodo de tiempo.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Hasta el límite.


Se sentía poco importante, infravalorada, insegura... A los ojos del mundo podía parecer que era caprichosa, que se quejaba de vicio, que lo hacía para llamar la atención; pero nadie sabía lo que ocurría en realidad. La realidad era muy diferente y a la vez muy triste. Tenía la edad perfecta para pensar en jugar con muñecas, pero no lo hacía. Se sentaba en su habitación, acurrucada contra la pared, llorando. No sabía porqué su vida era así y por mucho que lo intentase aún no había aprendido a vivir con ello, con el hecho de que no existía para su padre, con el hecho de que él no la quería. Lo peor de todo es que ella no sabía el porqué. En el colegio presumía ante sus amigos de su apellido, diciendo que era tan especial y maravilloso porque lo compartía con su padre y para ella era algo que los unía, pero sólo para ella. Cada noche se iba a la cama pensando que al día siguiente todo sería diferente, que su padre la iría a despertar con una sonrisa y un beso; un beso es lo que ella había estado pidiendo todas las Navidades como regalo, un simple beso por parte de su padre, pero cada día al despertarse todo seguía igual. Los años fueron pasando y se convirtió en una adolescente llena de preguntas y problemas como la mayoría de ellos, pero ella a diferencia del resto, no tenía a quien hacer esas preguntas, a quien contarle sus problemas, no tenía a nadie que le dijera que todo iba a estar bien, no tenia a nadie a quien poder hacer sentirse orgulloso de ella, no tenía a nadie a quien poder abrazar; pero ella lo intentaba, incansablemente día tras día que su padre la abrazase, la apoyase, la ayudase pero nunca lo logró. Vivió sola, se enfrentó por sí misma al mundo y luchó contra todo lo que se le venía encima, pero siempre con la misma pregunta en la cabeza ¿por qué?. No sabía el motivo por el cual su padre la evadía y la hacía sentirse la peor persona del mundo. Creció sin saber la respuesta, se convirtió en una buena madre, la mejor sin duda alguna. Crió a sus hijos con todo el cariño que nunca pudo recibir de su padre, evitando así que ellos se sintiesen como ella toda su vida. Los años continuaron, uno detrás de otro, y la misma pregunta seguía rondando su cabeza incansablemente. A pesar de todo lo que había sufrido a lo largo de su vida, ella lo quería; ella quería a su padre como a nadie en el mundo, adoraba a la persona que había renunciado a conocerla y a ser feliz a su lado dándole su cariño. Lo peor de todo es que él se había negado a incluirla en su vida por un estúpido motivo.

lunes, 8 de agosto de 2011

Te quiero, pero ya no te necesito.


Algunos o quizá todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida la sensación de que alguien ya no nos necesita, de que todo lo que podíamos ofrecer a los que nos rodean ya no es necesario y que da igual lo que nos esforcemos en tratar de volver a ser visibles en la vida de alguien porque no lo lograremos. Esa sensación es bastante desagradable y personalmente no se la recomiendo a nadie, aunque en mi vida no está muy presente. Con el tiempo he aprendido a que ninguno de nosotros somos imprescindibles en la vida de otro y que por mucho que lo intentemos nunca llegaremos a serlo. Nuestro camino en la vida de las personas es simple: llegamos a su vida, cumplimos una función que tras cierto tiempo se termina y posteriormente tenemos dos opciones,  quedarnos a su lado como compañero de aventuras o simplemente irnos. Opto por la primera opción, ya que me van los riesgos. Es demasiado sencillo ayudar a una persona desde nuestro punto de comodidad, desempeñando tareas que se nos dan bien o que nos suponen poco esfuerzo. Lo que es difícil es saber mantenernos en la vida de los demás sabiendo que ya no es necesaria nuestra ayuda en su vida, simplemente como compañía. Quizá este sentimiento no esté demasiado presente en mi por cuestión de edad, pero puedo decir que si que está presente en mi madre y en el resto de madres que me rodean.
   Cuando somos pequeños necesitamos de nuestras madres para todo: comer, beber, ir al baño, vestirnos, poner la tele, leer... Con el paso del tiempo vamos creciendo y estas necesidades van disminuyendo a medida que nuestra edad va aumentando, hasta llegar al punto en el que ya no necesitas a tu madre más que para sentir su cariño incondicional. Este punto suele llegar cuando comienzas la universidad. Te cambias de ciudad, conoces a gente nueva y sobre todo tienes que aprender a hacer las cosas por ti mismo, ya que no puedes llamar a tu madre cada vez que necesites algo. Con el tiempo te vas acostumbrando y ya eres capaz de sacarte las castañas del fuego sin tener que coger el teléfono y pedir ayuda a mamá, hasta que formas tu propia vida, con tu pareja, casa propia e incluso hijos. Ahí es el momento en el que recuerdas todo lo que hacía tu madre por ti y piensas en lo duro que debe haber sido el hecho de no sentirse más alguien imprescindible en tu vida. Es un sentimiento realmente duro, pero es ley de vida. Con todo esto os quiero decir que da igual la edad que tengáis y lo inteligentes que seáis, llegará un momento en vuestras vidas donde nadie os necesite continuamente y paséis a ser vosotros los que necesitéis de alguien, pero recordad, sólo por un período de tiempo ya que nadie es imprescindible.

jueves, 28 de julio de 2011

I wanted it all.


Aunque me cueste reconocerlo, soy una persona caprichosa. Sí, de esas que consiguen todo lo que quieren y que hasta que no lo hacen no paran. Soy de esas personas que luchan por lo que quieren y que no admiten un no por respuesta. A lo largo de mi vida si quería una cosa siempre la he conseguido de manera rápida y sencilla, quizá porque soy hija única y mis padres siempre han querido verme feliz costase lo que costase. Con el tiempo he aprendido a base de tropiezos que en esta vida, por mucho que duela, no se puede conseguir todo. El dinero no cae del cielo, ni se multiplica dentro de tu cartera. Cuesta ganarlo mucho, mucho tiempo y demasiado esfuerzo como para que yo lo vaya malgastando continuamente. Esto me ha llevado mucho tiempo reconocerlo y hoy lo he aprendido de vez. Llevaba demasiado tiempo preparando un viaje que finalmente no va a poder realizarse en el tiempo que tenía previsto; me ha fastidiado, por supuesto, y sobre todo por el hecho de no conseguir aquello que me proponía. Pero me he puesto a reflexionar, y con la ayuda de grandes amigas, me he dado cuenta de que la vida es demasiado corta como para ponerme a llorar porque una cosa no me salga bien. Para mis dieciocho años, tengo muchas cosas que mucha gente de mi edad no puede permitirse y creo que no las valoro suficiente. Mi padre ha cambiado de ciudad (exactamente 2.300 km al sur) para ganar más dinero y permitirme a mí más cosas, es decir, caprichos. Cosa que hasta hoy no he valorado lo suficiente. Soy una adolescente consentida, ¿y qué? eso es lo que diría hace 24 horas, pero ahora os digo: sí, lo soy pero me ha traído muchos problemas. He llorado muchas veces sin motivo, me he enfadado y he contestado a mis padres sin explicación, sólo porque algo que quería en vez de tenerlo el lunes lo tenía el miércoles y todo por mis insoportables caprichos. Ahora os puedo decir, sin opción a equivocarme, que cuando no obtenemos lo que queremos es por algún motivo, y que pronto se solucionará y nos vendrán cosas mejores. Por ello, valorad lo que tenéis y lo que vuestros padres hacen por vosotros.

miércoles, 27 de julio de 2011

Forever young.


He aquí una de las mayores verdades de mi vida: no quiero crecer, quiero ser una adolescente toda mi vida. A muchos esto les parecerá una locura, pero se que hay muchos otros que comparten este sentimiento de Peter Pan conmigo, porque seamos claros, ¿a quién le gusta tener responsabilidades?, ¿a quién le gusta tener cada vez más años?, ¿a quién le gusta tener a alguien que dependa de ti?, ¿a quién le gusta trabajar? Creo que nadie ha respondido afirmativamente a estas preguntas, o lo espero. Personalmente he encontrado la edad ideal para estancarme: los dieciocho. Considero que es la mejor etapa: último curso escolar, el mejor verano del mundo, mayoría de edad, etapa pre-universitaria... Aunque a esta edad vivamos el curso más complicado de todos aprendemos a enfrentarnos a nuestros miedos, a conseguir lo que nos proponemos, a luchar por ser los mejores en todo, a no desistir cuando estamos cansados, pero sobre todo aprendemos a valorarnos a nosotros mismos y a saber escoger a quien merece la pena tener a nuestro lado y a quien no.
  Me gustaría ser joven siempre, disfrutar continuamente de la vida de estudiante (que tenemos que reconocer que es la mejor), no tener preocupaciones lo suficientemente importantes como para quitarme la sonrisa, vivir sólo por vivir, sin ir más allá de eso.
  Muchos dicen que los mejores son los que mueren jóvenes, como por ejemplo el famoso "27 Club". Puede que estos jóvenes hayan muerto por abusar de las drogas, cosa que está tremendamente mal, pero por lo menos han disfrutado al máximo de su corta vida, aprovechando cada minuto que tenían a su alcance. Con todo esto no estoy diciendo que disfrutar de la vida mediante el consumo de drogas sea algo positivo, es más, considero que es lo peor que puede hacer una persona. En resumen, la vida es corta y limitada, por eso ¿por qué no vivir siendo siempre joven?
 

miércoles, 13 de julio de 2011


Podría mentiros y decir que la felicidad está a la vuelta de la esquina, que todo en la vida se acaba solucionando y que no hay nada por lo que preocuparse, que todos lograremos ser felices eternamente tarde o temprano y que donde hubo fuego siempre quedan cenizas. Podría deciros que os enamoraréis y viviréis un cuento de hadas, que vuestro príncipe azul llamará un día a vuestra puerta para no irse nunca y que comeréis perdices con vuestro enamorado. Podría deciros muchas cosas más, pero todo sería mentira.

viernes, 1 de julio de 2011

¡Pásatelo genial, chui!


Dicen que la distancia hace el olvido, pero yo me opongo a esto (raro en mí). He comprobado en propia piel este dicho y puedo afirmar rotundamente que es mentira. Al otro lado de mi país, exactamente a 1,008 km se encuentra una de las mejores personas que he conocido últimamente, esa persona que veis arriba en la foto, Carolina. Caro me ha ayudado en millones de cosas sin que yo le pidiese que lo hiciera, sin que yo dijese nada ella estaba ahí, y lo seguirá estando durante mucho tiempo. Ahora se va a Boston durante 1 mes, y claro que echaré de menos hablar con ella cada día, contarle mis cosas y escuchar las suyas, pero la distancia es algo normal en nuestra amistad, por eso se que estemos donde estemos, yo en Canarias y ella en Boston, nuestra amistad seguirá siendo igual o mejor que antes. Pásatelo genial, chui y piensa que dentro de poquito estaré en tu querida ciudad Condal, pasando los mejores días de nuestras vidas. Por ahora sólo puedo decirte que gracias por estar ahí siempre y que disfrutes del sueño americano que te lo mereces más que nadie. ¡Te quiero mucho mucho mucho!

Skinny Love. (siempre que la escucho me acuerdo de tí)

martes, 28 de junio de 2011

Friendship.


Algo que tengo claro en mi vida es que la amistad está sobrevalorada. No todos tenemos la cantidad de amigos que pensamos y los que tenemos son mejores de los que creemos. La principal ley de la amistad es: 'el número de amigos verdaderos con los que puedes contar es proporcional a la mitad de dedos que tienes en dos manos, e incluso en una.' Otra de las leyes fundamentales de la amistad es: 'una amistad no se valora por el tiempo que dura, si no por su calidad'. Dejando a parte estas leyes (que sinceramente me acabo de inventar, pero que si os las aplicáis fijo que son verídicas), os puedo asegurar que tengo muchos conocidos y compañeros de clase, pero amigos de verdad tengo muy pocos, y me alegro de ello. Me alegro porque se que los que tengo son de verdad y para toda la vida. Para mí la amistad es algo fundamental, al igual que para todos vosotros (o eso espero). A lo largo de mis cortos años de vida he sabido apreciar a la gente que se ha quedado estoicamente a mi lado, que me ha aguantado siempre, sin poner pegas ni quejarse por nada, he aprendido a que las grandes cosas están en frascos pequeños, o en este caso cantidades pequeñas, y me he dado cuenta de que hay gente que si intenta entrar en tu vida y consigue hacerlo, nunca más se irá. Todo esto que digo, lo digo con fundamento, ya que a mí me han pasado cosas similares. He descubierto que después de diez años de amistad me había puesto una venda en los ojos que no me dejaba ver, me había mentido a mí misma y no quería ver lo que sucedía en realidad, hasta que, quizá fue el destino, alguien llegó a mi vida y me hizo ver lo que sucedía en realidad. Otro motivo por el cual valoro en tan gran medida la amistad apareció de casualidad en mi vida hace unos meses por partida doble. Quien realmente me conozca sabrá de lo que hablo y me comprenderá perfectamente. Esas dos personas entraron en mi vida de repente, y la cambiaron por completo de un día para otro. Esas dos personas me demostraron lo que es realmente la amistad. Cuando tengo un problema en quien primero pienso es en ellas, porque se que me ayudarán en cualquier cosa que les pida. Se que si tienen algún problema conmigo no dudarán en decírmelo y que yo no me enfadaré con ellas. Con personas como ellas en mi vida, puedo decir que la amistad (después de la familia) es lo mejor que existe, y que si el destino, el karma, Dios o lo que sea ha puesto ha grandes personas a tu lado, como lo ha hecho conmigo, debes valorarlas y hacer todo lo posible para que no se vayan de tu vida, para conservarlas para siempre.

sábado, 25 de junio de 2011

London calling.


Quizá muy pocas personas entiendan lo que estoy a punto de escribir, pero se que algunas sí que lo harán. En este caso hablaré de una ciudad, algo que para muchos puede ser simplemente el conjunto de personas que habitan en un mismo lugar, el conjunto de calles y monumentos localizados en determinados puntos estratégicos para atraer a turistas, pero para mí es un lugar especial en el mundo, es un lugar donde realmente me siento yo misma, en un lugar donde he pasado bastante tiempo de mi adolescencia, donde he sabido encontrar a mis verdaderos amigos y donde me he enfrentado a muchos de mis miedos. Esta ciudad tan especial para mí es Londres. Muchos pensaréis que soy una flipada, que no he llegado a vivir tantas cosas en esta ciudad, pues os equivocáis. Gracias a los padres que tengo me he podido permitir el lujo de ir cada invierno y cada verano, durante los últimos tres años a Londres. En esta ciudad me ha pasado de todo, y cuando digo de todo, ha sido de todo. Por las calles de esta ciudad me he perdido, me he torcido huesos, he enfermado, he llorado de impotencia, he sentido celos, he reído hasta no poder más, me ha gustado alguien, he aprendido a confíar en la gente, he aprendido a que no se pueden conseguir cosas sin luchar por ellas, he juzgado mal y he aprendido de mis errores, he pasado momentos increíbles con gente que ahora echo de menos, me han prometido piruletas que nunca me han llegado a dar y que nunca recibiré (pero por eso lo recuerdo). He descubierto cosas que nunca pensé que llegaría a descubrir, he aprendido a conocerme un poco más, he sabido encontrar a las personas que realmente merecen la pena, he discutido por tonterías, he experimentado cosas nuevas y he repetido otras ya más conocidas, me he tirado por el campo sin importarme nada más y he sabido disfrutar de la libertad. Han sabido confiar en mí y no les he defraudado, me han pedido favores y los he cumplido, y lo más importante, ahí he hecho felices a mis dos mejores amigos. Sin duda, Londres tiene algo especial para mí, quizá por el tiempo que he pasado ahí, o quizá por las personas con las que he compartido esos momentos (me decanto por lo segundo), pero lo que os puedo decir sin temor a equivocarme es que nunca, nunca habrá ninguna ciudad con la más me identifique que no sea Londres. Y como ya dije una vez, prometo volver lo más pronto posible, porque en Londres, no sé porqué, puedo ser yo.

miércoles, 22 de junio de 2011

Hell-O


Soy de esas personas que lo arreglan todo gritando, que no pueden parar de comerse la cabeza, que no se callan lo que piensan, que son bocazas por naturaleza, de esas que tienen miedo a crecer, de esas que se obsesionan con algo y que hasta que lo consiguen no paran, de esas que manipulan sin pensar en ello, de esas que tardan años en confiar en las personas, de esas que se han sentido infravaloradas, de esas que pasan de lo que diga la gente, de esas que dicen "por favor", de esas que por una sonrisa lo dan todo, de las que prefieren tirar la toalla ganando que continuar perdiendo, de esas que son demasiado sinceras, de esas que son liberales, de esas que aunque parezcan fuertes son más débiles que una pluma, de esas que se pasan el día soñando y se dan golpes contra la realidad esperando ver lo que de verdad ocurre, de esas que gritan por el hecho de gritar, de esas que aunque les cueste admitirlo tienen un orgullo superior a la media, de esas que lloran con películas tristes y comedias románticas.

martes, 21 de junio de 2011

Protección contra extraños.


Puedo parecer inmadura muchas veces, que nada de lo que me rodea me importa, que soy demasiado infantil para mi edad. Puede parecer que no quiero mirar más allá, que me limito a mirar mi ombligo. Todo esto puede parecerlo, pero realmente no es así. Me preocupo más de lo que me rodea de lo que muchos pueden llegar a imaginar. No soy inmadura, soy feliz. En mi mundo las cosas son simples, sin complicaciones; por eso no hay ningún drama ni problema en el medio. Puede que sí que sea infantil, pero se separar las cosas y ponerme seria cuando el momento lo requiere. No me limito a mirar mi ombligo, sino que cuando intento mirar más allá, todo lo que veo no me gusta, por lo que vuelvo al lugar de partida. Todos se creen que porque siempre estoy sonriendo, soy completamente feliz; pues no es así. Señores, hay algo que se llama fingir y que se me da bastante bien. Lo hago continuamente, como protección, creándome una coraza que nadie sea capaz de traspasar para que nadie llegue a conocer mi verdadero yo. Puede sonar estúpido, y en cierto modo lo es, pero aunque sea joven, la vida me ha enseñado a que mi verdadero yo, no se lo debo mostrar a la ligera a la gente, porque nunca acaba bien, por lo que, como los animales más débiles he tenido que ir tejiendo una tela de protecciones, como la inmadurez o la sonrisa. Así que , como es probable que haya mucha gente que haga lo mismo que yo, no juzguéis a la ligera ya que una persona que aparenta ser infantil, puede acabar siendo la más madura.

lunes, 20 de junio de 2011

Cuando menos lo esperas, llega.


Hay un chico ahí fuera que está destinado a ser el hombre de tu vida, tu mejor amigo, tu alma gemela, la persona a la que le podrás contar tus sueños. Él te apartará el pelo de los ojos para que tú puedas ver, te mandará flores cuando menos las esperes, te mirará fijamente en el cine incluso habiendo pagado para ver la película, te llamará para decirte buenas noches o sólo porque te está echando de menos, te mirará a los ojos y te dirá: "tú eres la chica más preciosa del mundo". Y por primera vez en tu vida, tú le creerás.
   Todos estamos destinados a encontrar al chico o a la chica de nuestra vida, algunas veces tardamos poco en encontrarlo, pero otras tardamos casi toda la vida. Cuando lo encontramos, nos convertimos en las mejores personas que podemos ser. Nos cambia el carácter, vemos todo de otra manera, sonreimos sin saber porqué, soñamos despiertos todo el día, y siempre tenemos presente a esa persona en nuestra cabeza. Tardar, puede tardar en llegar, pero siempre podemos tener la seguridad de que algún día ese será nuestro día. Día en el que conoceremos a nuestro amor verdadero, a nuestro compañero de futuras aventuras, a nuestra media naranja. Chicas y chicos que estéis leyendo esto; no os preocupéis porque estoy segura de lo encontraréis cuando menos lo penséis y seréis las personas más felices que pueda haber.

domingo, 12 de junio de 2011

Felicidades Elen!


Hoy, hace 19 años nació una de las mejores personas del mundo, Elena. Muchos dirán, que con lo poco que hace la conozco, aunque ya van unos añitos, estoy loca por considerarla algo tan importante en mi vida; pues se equivocan. Ella me ha demostrado tanto o más en poco tiempo. Ha estado presente, aunque en la distancia, en los últimos momentos más importantes de su vida, ha confiado en mí en numerosas ocasiones, me ha contado cosas que muchos de sus amigos de toda la vida no saben. En resumen, se comporta conmigo como una verdadera amiga, de las pocas que quedan hoy en día. Por eso quiero que todo el mundo que lea esto sepa que eres una gran persona, una de esas de verdad. De esas que te sacan una sonrisa con cualquier tontería, de esas que te tranquilizan con sólo decirte que siempre estarán a tu lado. De esas que te apoyan aunque estés a punto de hacer la mayor tontería de tu vida. No tengo mucho más que decir de ella, porque sólo ella sabe todo lo que la quiero, todo lo que significa para mí y el importante lugar que ocupa en mi vida. Felicidades Limonera mía! Disfruta de los pocos minutillos que quedan de tu superdía y no te olvides de que siempre estaré ahí. Felices diecinueve (:

lunes, 30 de mayo de 2011

Cuestión de tiempo.


Todo el mundo llora, todo el mundo se siente triste alguna vez, todo el mundo es engañado, todo el mundo es despreciado, todo el mundo tiene el corazón roto en algún momento. Esto va para todas esas personas, que como yo, han sentido alguna de estas sensaciones en algún momento. Personas que están tristes, personas que tienen o han tenido el corazón roto, personas que han sido engañadas, personas que lloran o han llorado, personas que han sido despreciadas... Porque tienen que saber que no están solas, tienen que saber que hay mucha gente como ellos. Porque se merecen cosas mucho mejores que lo que les está pasando o les ha pasado. Se merecen sentirse queridas y valoradas. No se merecen ser ni engañadas ni despreciadas. Se merecen saber que aunque ahora tengan el corazón roto, pronto estará curado y feliz con otra persona. Porque se merecen saber que todo se solucionará, simplemente porque son personas y no se merecen que nada malo les pase.

Esa sensación desconocida.


He prometido y he roto promesas. He reído y he llorado. He mentido y he dicho la verdad. He soñado y he imaginado. He perdido tiempo y lo he ganado. He ganado amigos de la misma manera que los he perdido. Me he sentido orgullosa y también engañada. He estado alegre y he estado triste. He hecho daño y me lo han hecho a mí. Me he arrepentido de muchas cosas, como de otras no tanto. He sonreído y me he enfadado. He aprendido lecciones y las he enseñado. Todas estas cosas las he hecho o sentido alguna vez en la vida, pero hay algo que aún no he hecho. No he amado y tampoco se si me han amado. Según dicen, la mejor sensación del mundo: amar y serntirse amado. Puede que en ocasiones llegue tarde, pero dicen que es para siempre.

martes, 24 de mayo de 2011

Miedos.

Tengo que reconocerlo: estoy llena de miedos, de inseguridades, de temores. Tengo miedo a todo lo que se mueve, a todo lo que respira, a todo lo que establece un contacto visual conmigo. Siendo sincera, he de reconocer que tengo miedo a las avispas, abejas, insectos varios, serpientes, ratones, a la oscuridad, a la muerte y un tremendísimo miedo al fracaso. Muchos de mis miedos se han generado a lo largo de años, por causa de situaciones de pánico como mi miedo a la oscuridad, o por causa de traumas generados en la infancia como mi pánicos a los payasos. Mi miedo más desarrollado, por desgracia, es mi miedo al fracaso. Detesto perder, que me superen en cualquier cosa, que me pasen por encima. Me gusta estar en la cima de todo, quizá pensaréis que es egocentrismo, pues no; es necesidad. Si fracaso me siento mal, me derrumbo, pienso que no valgo para nada, pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que por más que quiera y que lo intente, no puedo triunfar en todo, me es imposible. No soy ni una superchica, ni una chica 10. Soy tan normal como cualquiera de vosotros, o incluso más. He aprendido a vivir con mis miedos e inseguridades, he aprendido a convivir con mis defectos y a drisfrutar de las pocas virtudes de las que soy consciente. Lo he intentado continuadamente, pero no se decirle que no al fracaso. Me supera, me pasa por encima cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. Soy consciente de ello, y cada vez me molesta menos. He aprendido a que tengo que evitar que el fracaso me supere, a que debe formar parte de mi vida, a que no puedo sufrir por evitar que comparta un tramo de mi camino. Me ha costado tiempo y esfuerzo, y ahora con un pie en la universidad puedo decir que aunque le sigo teniendo miedo al fracaso, no me importa tenerlo como compañero de viaje durante algún tiempo, aunque espero que no sea mucho. Ya que con él a mi lado, aprenderé a valorar mucho más mis triunfos de lo que lo hacía anteriormente.


jueves, 19 de mayo de 2011

Lo siento, pero es así.


Siento mucho tener que decirte esto, pero ya no aguanto más. No entiendes ¿por qué no te devuelvo las llamadas?, ¿por qué intento evitarte continuamente?, ¿por qué no te hablo primero?, ¿por qué me resulta incómodo como actúas conmigo?, ¿por qué intento no pasar tiempo contigo?. Es sencillo, no siento lo mismo que tú. Intento hacerte ver como pienso, como me afecta esta situación. El daño que me hace intentar evitar tu mirada, evitar que me toques. Realmente no se que hacer para que te des cuenta de la realidad, porque se que no quieres darte cuenta, no quieres ver lo que realmente hay, tienes una venda en los ojos que te ciega a más no poder, pero esto ha llegado hasta aquí, si hace falta seré dura, me revelaré a tí, te diré las cosas claras para que sepas lo que realmente hay. En serio que lo siento, pero tu me has hecho llegar a este punto, date cuenta de una vez de que ¡no quiero tener nada en común contigo!

martes, 17 de mayo de 2011

Enamorarse.


Todo empieza como una curiosidad, curiosidad de saber porqué te estás fijando en esa persona y no en otra, porqué lo has escogido a él entre tanta gente, curiosidad de saber porqué lo buscas con la mirada sin ningún motivo aparente. Con el tiempo te vas dando cuenta de que necesitas esa mirada como el aire para vivir, que sin esa mirada tus días son grises, el sol no ilumina y nada tiene sentido. Con esa mirada llegan las primeras denominadas mariposas, sí esa sensación insoportable en el estómago que confunde más que aclara las cosas. Te vas dando cuenta de que el contacto de esa mirada te tranquiliza, te relaja y hace que sea algo necesario para tu día a día, algo sin lo cual tu día se convierte en triste, no tiene sentido y acabas molesta por algún motivo para los demás desconocido, pero para tí, demasiado, tanto que ya tiene nombre propio. Esa mirada se convierte en una motivación esencial para tí, algo que te hace superarte cada día; el premio a un largo camino que recorres diariamente sin sentido alguno. Este camino que hasta ahora carecía de sentido, ahora lo tiene, un motivo tan importante que se convertirá, sin tú saberlo, en el primordial de tus días. Poco a poco, la necesidad de esa mirada se va convirtiendo en algo más fuerte, lo necesitas a él, no sólo a su mirada. Necesitas saber en que piensa, qué es lo que le interesa, qué le apasiona, qué le hace sonreír, y sin darte cuenta, esas prioridades se convertirán en las tuyas propias. Intentarás que se fije en tí por encima de todas las cosas, y los buenos días regalados por su persona serán diferentes a los recibidos por parte de los demás. Harás que se convierta en tu amigo, en tu confidente, para poder poco a poco ir ganándote su corazón, hasta conseguir conquistarlo completamente. Los días pasan y comienzas a imaginar un mundo perfecto junto a él, los dos juntos sin que nada ni nadie pueda destruírlo. Pero de repente un día pones los pies en el suelo y te das cuenta de que por mucho que lo intentes, de que por mucho que sueñes con formar parte de su mundo, él no estará ahí para ti. En ese momento te darás cuenta de que te da igual si algún día estará ahí para tí o no;te darás cuenta de que lo único que realmente quieres es que esa persona por la que tanto has cambiado, sin él saber nada, sea feliz. Contigo, con otra persona o simplemente sólo. Harás todo lo que esté en tu mano para lograrlo, aunque no saques beneficio alguno de tus actos, sólo con verlo feliz te alcanza. En ese momento podrás hechar la vista atrás y repasar todo lo ocurrido, paso por paso, momento a momento para llegar a la conclusión que tanto daño te hará saber, para llegar a reconocer de una vez en tu vida, que realmente estabas enamorada, que esa sensación de dolor que sentías en el pecho cada vez que lo veías con otra chica que no eras tú, se llama amor. Sí, se puede estar enamorado, y si alguna vez has sentido algo parecido a esto, créeme que sin duda lo estás o lo has estado.

domingo, 15 de mayo de 2011

conóceme si quieres.

No pretendas decirme como tengo que ser y menos como soy, porque no lo sabes. Nadie me conoce realmente aunque lo intenten, o casi nadie. No soy una persona fácil, aunque muchos estén convencidos de lo contrario. No me importa lo que los demás piensen de mí aunque resulte doloroso. Soy de esas personas que con una sonrisa lo arreglan todo, que comen chocolate aunque sepan que se les llenará la cara de granos, de esas que disfrutan viendo dibujos animados aunque ya tengan dieciocho años, de esas a las que crecer les asusta, que quieren seguir siendo niñas. Soy una persona complicada, a la par que sencilla, soy díficil de tratar, pero cuando lo consigues resulto de lo más normal. Soy de aquellas que llegan tarde a todos los lados y no hacen nada por evitarlo, de las que matarían por un día sin hacer nada tomando el sol con amigos, de las que la política les da dolor de cabeza, de las que disfrutan riendo sin pensar en nada más. Soy de las personas que pasan el tiempo leyendo las cajas de los cereales mientras desayunan, de las que se gastan el dinero en pintauñas que tardarán tiempo en utilizar, de las que al mal tiempo ponen buena cara, de las que están aterrorizadas por empezar la universidad en menos de 5 meses. Soy de esas personas a las que la lluvia les deprime y las tormentas les asustas, de esas personas que se fijan en chicos guapos que salen en televisión y sueñan en una vida juntos. Soy de aquellas personas a las que el compromiso les asusta y que defienden su libertad por encima de todo. Soy de aquellas que se acaban de graduar y que tienen miedo de lo que viene después. Soy de aquellas personas a las que por mucho pienses conocer, te sorprenderán cada día con algo nuevo.

sábado, 23 de abril de 2011

Amor.


Algunos dicen que es la única enfermedad que no tiene cura, que por muchos medicamentos que tomes nunca la curarás, que aunque se llame enfermedad puede tener efectos secundarios más que positivos. Otros dicen que es una desgracia, algo que te carcome por dentro y te hace caer en un estado de tristeza infinita, que es una ruina para ti misma, que te deja ciega, que no te deja pensar. Lo que está claro es que absolutamente todos y cada uno de los casi 6'9 mil millones de habitantes del mundo la han experimentado en algún momento de su vida, o lo experimentarán. A partir de esta "enfermedad", llamada AMOR se han escrito el 95% de las canciones, las mejores historias y las más románticas poesías. A partir del amor nacen nuevas personas y las ya existentes experimentan algo único. Se dice que todo el mundo tiene a una sóla persona en el mundo que está esperando por él/ella, la llamada "media naranja", que puede que pasen muchas personas por tu vida, pero que la única que se quedará en ella grabada para siempre será la que el destino ha escogido para ti. Puede que ya hayas compartido una parte de tu vida con esa persona y que por cualquier motivo ahora ya no la compartas, el problema es que esa persona se quedará en tu vida, anclada como si su recuerdo te ayudase a seguir viviendo. Del amor han salido las mejores declaraciones, las mejores películas, las mejores frases, pero por amor también se han hecho las mayores locuras. Por amor se han derramado millones de lágrimas, pero también se ha sonreído hasta no poder más. Quien diga que el amor no tiene poder, está contando una gran mentira; ya que no hay otra cosa más que el amor que despierte los peores instintos en una persona, que la haga ser controladora, manipuladora y sobre todo, celosa. Así que para los que no creen en el amor (como me pasaba a mí), pensad en que algo que sea capaz de producir todas estas cosas y que sea tan poderoso tiene que existir.

"El amor es una condición en la que la felicidad de otra persona es condición imprescindible para su propia felicidad." (Robert A. Heinlein).

"En el amor verdadero, la distancia más pequeña es demasiado grande, y sobre la distancia más larga se pueden construir puentes." (Hans Nouwens).

jueves, 21 de abril de 2011

orgullo blanco.


GRACIAS por hacerme sentir cada día más orgullosa de ser merengue que nunca. Por hacerme gritar ¡Hala Madrid! cada vez que ponéis un pie en el campo. Por hacer que no me arrepienta de vestir el color blanco con orgullo. Por hacer que defenderos a capa y espada merezca la pena. Por hacer que viva cada partido como si fuera el último. Por todo esto y mucho más, GRACIAS.

lunes, 18 de abril de 2011

quién dice.

¿Quién tiene derecho a decirme cómo debo actuar? ¿Cómo debo vestir? ¿Cómo debo hablar? o ¿Qué debo decir? Nadie ha nacido con ese derecho, en muchos casos ni mis padres. Nadie puede obligarme a nada, ya que soy libre para hacer lo que quiera (dentro de unos límites, todavía). Nadie es quién para juzgarme, ni para decirme que no soy suficientemente buena para alguien, porque nadie sabe realmente cómo soy. Soy una persona difícil, demasiado diría yo, bastante independiente que intenta no ser controlada por nada ni nadie. Por ello, a todas las personas que intentan convertirme en algo que no soy, dejadlo de intentar. Estáis perdiendo el tiempo.

sábado, 16 de abril de 2011

Me gustaría llegar a ser tan feliz como ellos lo son.
Dicen que el amor se acaba encontrando, pero que el camino hacia el es tan duro que muchos tiran la toalla.
Debes saber, que quien nos quiere no nos abandona jamás..

Aprendiendo.


Desde pequeña me han enseñado a que me tengo que ganar todo lo que quiero, a que en esta vida nada es regalado y que sin esfuerzo todo es en vano. Me han enseñado a que todo lo que sale de mi boca tiene que ser filtrado antes por mi cabeza, para no cometer errores de los que me pueda arrepentir, que todo lo que diga tiene que estar fundamentado en razones, que tengo que usar la lógica, que no me puedo dejar llevar por mis instintos y que pase lo que pase debo ser fuerte. Me enseñaron a que tengo que andar derecha, a no tropezar, a actuar evitando los errores. Pero a medida que voy creciendo me doy cuenta de que todo lo que me han enseñado no me ha servido para nada. Usando la lógica no mejoro mis decisiones, ya que suelen seguir siendo erróneas, guiándome por mis instintos suelo llegar a mejores decisiones que sin hacerlo y pensando antes de hablar no suelo llegar a ninguna parte. Me voy dando cuenta de que si no cometo errores, nunca podré aprender de ellos y que si no tropiezo no aprenderé a levantarme.

viernes, 15 de abril de 2011

life as we know.

"Como la vida misma. Chico conoce chica, chico se idiotiza y viven idiotas para siempre."

Hoy te toca.

Y se dio cuenta de que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace pues no te abrazas. y punto, y no pasa nada.
Sueña que puedes volar y vive como si pudieras hacerlo.

me.





Soy de ese tipo de personas que se les va la fuerza por la boca. De esas que amenazan con montar una guerra pero que no llegan a matar ni a una mosca. De las que intentan contagiar su optimismo a todos los que la rodean. De las que luchan por conseguir lo que quiere. De las que no se dejan vencer por nada ni nadie. De las que no creen en el amor a primera vista, pero si en la amistad entre un hombre y una mujer. De las que no aguantan la falsedad y luchan por erradicarla. De las que cuando algo no les gusta, lo intentan cambiar. De las que perdonan pero no olvidan. De las que son rencorosas por la naturaleza. De las que son cabezonas aunque intenten no serlo. De las que odian la lluvia, pero adoran bailar bajo la nieve. De las que  son felices viendo a sus amigos sonreir. De las que disfrutan ayudando a sus amigos. De las que estando solas en casa se trasforman en superestrellas cantando con un peine por micrófono. De las que se crean una coraza alrededor para protegerse pero que en el fondo son más blandas que la gelatina. De las que aunque estén a punto de cumplir la mayoría de edad siguen disfrutando con los dibujos animados. De las que sueñan más despiertas que dormidas. De las que esperan que un día todo sea de color de rosa.

jueves, 14 de abril de 2011

Alone because I want.


Mucha gente me dice soy rara, quizá solitaria o simplemente asocial, por el simple hecho de que no quiero ninguna relación estable. Tengo diecisiete (casi dieciocho) años y no me permito renunciar a mi libertad para depender de una persona. Estar en una relación implica comenzar a pensar no sólo en ti, sino en otra persona más, intentar complacerla en el mayor grado posible. Para estar en una relación hay que tener un grado de madurez del que yo carezco, por lo tanto prefiero ser libre y disfrutar del poco tiempo permitido de inmadurez que me queda.

jueves, 31 de marzo de 2011

Es mi turno.

Cuando naces, sientes que hay mucha gente a tu alrededor que llora de felicidad, pero entre toda esa gente destacan dos personas por encima de todo: tu padre y tu madre. Te portes como te portes y seas como seas, están destinados a quererte y lo harán cada día de su vida como si fuera lo último que hicieran. Cada año que pasa te vas dando cuenta de que sin ellos no llegarías a ser todo lo que eres ahora y comienzas a valorarlos enormemente. Pero puede que llegue un momento en el que la vida, el destino, Dios, o lo que sea decide separarte de uno de los dos por un tiempo. Decides ser egoísta y pensar sólo en tu y te empeñas en que no te puede dejar sólo, que no conseguirás sobrevivir. Al tener una cierta edad comienzas a darle vueltas a las cosas y ésta, ocupa un lugar primordial en tu cabeza. Por fin te das cuenta de que ésto le está haciendo feliz, más de lo que nunca hubieras imaginado, ves que después de muchos años sonríe como un niño con un caramelo en las manos, y ya nada importa, sólo importa su felicidad, la cual ha costado tantas lágrimas y esfuerzo; y por fin todo en tu interior cambia y algo se te vuelve claro: duela lo que duela es su felicidad y tú no eres quien para apagarla con tu egoísmo.
    Mi caso particular es triste pero a la vez sencillo. En apenas dos días mi padre estará cogiendo un avión rumbo a Canarias. Quien lea esto puede pensar: ¡Qué bien, se va para el calorcito! De bien, nada. Estar a 2,300 km aproximadamente de tu padre con 17 años no es precisamente bonito, es más bien, duro. Cumplir tus esperados 18 años y no tener ahí a tu padre para que te tire de las orejas será triste, en resumen; no pasar cada día del año con tu padre y más si te llevas muy bien con él, no tiene nombre. En un principio me negaba a aceptar este suceso, y aún me sigue costando. Me negaba a dejarlo ir, poniendo mi egoísmo en primer plano, pero la vida y las circunstancias te enseñan a establecer prioridades. Yo ya he aprendido ha hacerlo y por eso ahora lo veo todo diferente. Mi prioridad en este momento es ver feliz a mi padre y, sinceramente, es la persona que más se lo merece en el mundo. Ha estado sufriendo durante muchos años para al final conseguir triunfar en la vida cuando ya nadie creía en él. Así que, yo no soy quien para arrebatarle todo ese trabajo y felicidad por mi simple egoísmo. Como dice la frase "hacer de tripas corazón", ahora me toca a mí devolverle todo lo que él me ha dado y aguantar la tristeza de no verlo cada día, para que el por fin sea feliz.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Por qué no puedo ser yo?

Muchas veces, quizá demasiadas veces me he planteado la siguiente pregunta: ¿Por qué no puedo ser yo?, pero nunca he encontrado una respuesta lo suficientemente razonable como para dejar de plantearla, y estoy convencida de que aunque pasen muchos años seguiré preguntándomelo y seguiré sin encontrar la respuesta a mis dudas. No comprendo porque no puedo ser yo la que tenga lo que otros tienen y que yo tanto deseo. A esta conclusión he llegado a través de una conversación con una gran amiga. Hablábamos, aunque puede resultar infantil para mi edad, de porqué no podíamos tener un novio como un determinado cantante que nos gusta bastante a ambas, o porqué no podíamos irnos a un sitio el cual la gente que vive allí, valora muy poco, o porqué nos pasa siempre lo peor a nosotras. Llegamos a la conclusión de que era el karma o el destino. Personalmente, me decanto por la primera opción, ya que considero que el destino, aunque esté escrito, se puede cambiar cuando se desee, como cuando te equivocas al escribir y pasas tipex por encima. En cambio el karma, no puede ser controlado. Está ahí y no puedes hacer nada para evitar que suceda, sólo esperar a que ocurra. Si actúas bien, el karma se manifestará positivamente, en cambio si actúas negativamente, el karma se manisfestará en tu contra.
   Siempre he sido de las personas que dicen que si algo malo te ocurre en la vida es porque te lo mereces. Quizá hasta el momento no hayas hecho nada malo, pero seguro que en un futuro lo hará y ese karma te está pagando por adelantado. Por eso al 99'9% de las personas le pasa alguna vez en su vida algo malo, ya que no hay nadie tan perfecto como para actuar correctamente cada día de su vida. Hay personas en mi vida que opinan de manera contraria a mi, y no es por querer tener la razón, pero yo sólo les digo que se limiten a observar lo sucedido.
   No sé, si el karma me está pagando por adelantado todo lo malo que voy a hacer en un futuro lejano o cercano (no lo sé), pero sólo se que llegará algún momento en el que la vida, el karma o lo que sea me va a devolver  todo lo que he sufrido y todo lo que sufriré algún día, y espero que ese momento llegue pronto o aunque llegue tarde que por lo menos sea en forma de algo que deseo.

domingo, 13 de febrero de 2011

Egocentrismo, palabra malsonante.

¿Por qué no desarrollas esa personalidad que tanto dices que tienes? Siempre alardeas de tus capacidades, de tu originalidad, de tu gran capacidad para ser el centro de atención, de la gran personalidad que dices tener (la cual debe de estar muy escondida, porque yo no la encuentro), de todas las cosas caras que te puedes permitir, aunque no sepas si los demás podemos o no obtenerlas. Todas estas cosas hacen de ti una persona realmente despreciable. No pienses que serás capaz de ponerte por encima mío, porque no te lo voy a permitir. Tengo el suficiente valor en mí misma y una gran confianza en mis posibilidades que no te dejaré respirar ni un mísero segundo de tu desgraciada, pero bien pintada, vida. Estaré detrás tuya, alerta para bajarte esos humillos de reina que tienes, creyéndote mejor que los demás sólo porque tienes unas determinadas cualidades que muchos no poseemos. Sinceramente no mereces que hable de ti aquí, ni que pierda mi tiempo en pensar maneras para demostrarte lo poco que vales para el mundo, así que sigue con esa actitud que tanto te caracteriza y yo seguiré ignorándote como siempre.

sábado, 5 de febrero de 2011

Ser feliz, está en ti.

Alguien una vez me dijo que si lograba ser feliz sería una persona única ya que nadie lo había conseguido nunca. Pero me temo que esa persona se ha equivocado. En el mundo hay mucha gente que es feliz, no a todas horas por supuesto, pero sí al final del día o durante él. Cuando hacemos el balance de cada año, siempre acaba pesando más el lado de las cosas positivas y felices, y el lado de las tristes y negativas tiene el mismo peso que una pluma. Pero eso no solo me pasa a mí o a ti, no. Eso le pasa a tu madre, a tus amigos, a tus enemigos e incluso a gente que no conoces. Todos logramos ser felices por un motivo u otro. Sin ir más lejos, hace 10 minutos estaba estudiando filosofía y de repente se me vino a la cabeza algo que hace tiempo una persona muy amable me dijo: "Tu nombre de twitter me hace sonreír." Os parecerá una tontería, pero en el preciso instante que recordé esas palabras una sonrisa se dibujó en mi rostro y fui feliz por ese momento. La gente que se empeña en hacernos creer en la imposibilidad de ser felices, se está engañando a sí misma, porque ellos también son felices. Hasta un niño que no tiene más que un muñeco viejo y que duerme en el frío suelo todos los días, es feliz. 
  Viendo la televisión esta semana, me fijé en uno de los muchos anuncios que ponen. Era el anuncio de Coca-cola, que como siempre, me volvió a sorprender. En el se mostraba un estudio realizado en el 2010 y que demostraba que hya más gnte feliz que triste en el mundo con una serie de ejemplos: por cada tanque que se fabrica en el mundo se fabrican 131 mil peluches, por cada Bolsa de Valores que se desploma hay 10 versiones de 'What a Wonderful World', por cada persona corrupta hay 8 mil donando sangre, por cada muro que existe se ponen 20 mil felpudos de 'Bienvenido', mientras que un científico diseña un arma nueva 1 millón de madres están haciendo una tarta de chocolate, en el mundo hay más dinero del Monopoly que dólares, por cada persona que dice que todo va a estar peor hay 100 parejas buscando un hijo, AMOR tiene más entradas en Google que MIEDO. Todo esto nos enseña que no tenemos porque pensar en que todo va a salir mal, ni que no lograremos ser felices nunca, porque nos estamos mintiendo.

sábado, 29 de enero de 2011

Aquella mañana al levantarse de la cama, algo le decía que ese día todo iba a cambiar. Y así fue, una triste noticia la sorprendió aquel día, mientras esperaba tumbada en su cama como cada noche. A partir de ese día u vida no sería igual. No volvería a quedarse por las noches tumbada esperando esa llamada que recibía cada noche desde el otro lado del mundo, desde hacía ya cinco años. Pero aunque todo el mundo pensaba lo contrario, ella supo ser feliz, se armó de valor y aprendió a valorar lo que tenía junto a ella.

martes, 11 de enero de 2011

Historias con confianza.

Os contaré una historia que me contaron hace un tiempo:

Érase una vez una chica, no una chica cualquiera, una adolescente especial. Una adolescente que tenía una sonrisa que iluminaba hasta en la más oscura noche. La sonrisa de esa chica se fue haciendo cada vez más grande y potente, pero nadie sabía porque motivo ocurría eso. Un día ella descubrió que la culpa (en cierto modo), la tenía un apuesto joven que le robaba el sueño cada noche, que le hacía imaginar escenarios mentales en paraísos increíbles donde ambos eran los protagonistas. A partir de ese momento, los esfuerzos de esa preciosa chica se enfocaban en hacer que el se fijase en ella y que consiguiera, por lo menos, robarle una mirada dirigida a ella. Poco a poco esos esfuerzos se fueron haciendo tangibles, por fin la chica veía que tanta lucha merecía la pena. Acabó el curso escolar y comenzaron las despedidas. Ella pensaba que no volvería a verlo, pero se equivocaba; estudiarían en la misma universidad. Pero el verano no fue igual para los dos, ella en una parte de su país y él en otra. Allí, él se enamoró (podríamos decirlo así), de una manera como no lo había hecho nunca y al volver a su ciudad, la chica se enteró de lo sucedido en el verano. En ese momento se le calló el mundo encima, cada vez que daba un paso sentía un enorme peso sobre su espalda y eso se lo producía la tristeza y frustración que sentía, ya que tanto esfuerzo empleado se desvaneció en esos cortos 2 meses. Ella no sabía que su felicidad volvería a aparecer, pero sacrificando la felicidad de él. El apuesto chico había sido rechazado por aquella persona con la que pensaba que pasaría largos años de su vida, ella se dio cuenta de su tristeza y la situación cambió. Cuando él estaba triste, ella no se sentía bien, pero cuando el le mostraba su sonrisa ella era feliz y su sonrisa radiaba alegría por donde pasaba. Con el paso de los meses los dos se fueron haciendo buenos amigos, se saludaban, hablaban y se veían continuamente. Ella seguía perdidamente enamorada del apuesto chico y se refugiaba escribiendo canciones con su inseparable guitarra. El era su inspiración, su motivo para intentar rimar palabras, para conseguir una melodía perfecta. Él había conseguido olvidar a aquella chica que lo había hecho sufrir y ella seguía tejiendo el amor que sentía en su interior hasta crear una gran pieza. Pasaron meses y llegaron las Navidades, vacaciones muy esperadas por ambos. Ella se quedó en su ciudad, él viajó, se enamoró y volvió a su ciudad muy distinto, sonreía por todo, era mucho más amable y había dejado su bordería a un lado para sustituirla por humor. En ese momento ella pensó que definitivamente Dios o en quien ella creyese no le tenía pensada una vida llena de alegría, que había hecho algo malo para que le sucediera eso, pero se equivocaba enormemente. El destino le tenía planeada una vida llena de gran felicidad, rodeada de los mejores padres que podrían existir, de los amigos que mejor la podrían cuidar, de la gente que más la podrían comprender y valorar. Y por fin se dio cuenta. Reconoció que el destino no tramaba nada en su contra, que si se lo proponía podría salir adelante y conocer a una persona que de verdad le correspondiera y a la que le pudiera entregar su corazón sin temor a nada. Reconoció que lo mejor que le podía pasar, era esto, que así conseguiría una amistad con ese chico demasiado grande como para que se pudiera romper, y todo esto lo supo confiando en ella misma.


Esta historia va para todas aquellas personas a las que en la vida les pasan o les ha pasado algo que les hace perder la esperanza y la fe en los cambios, que les hace pensar que no se merecen lo que les está pasando, que sienten que no podrán salir adelante. A todas esas personas, seguid el ejemplo de esta chica y confiad en vosotros mismos. Nadie os puede ni podrá nunca decir que no os merecéis que os pasen cosas buenas en la vida, porque todo, todo el mundo se merece vivir una vida feliz, con rayos de esperanza brillando en ella cada día.

domingo, 9 de enero de 2011

Cabos sueltos.

Me caracterizo por ser una persona sincera, más que nada porque se me da de pena mentir. Por eso hoy he decidido ser más sincera todavía y contaros uno de mis peores defectos (tengo demasiados como para escribirlos todos aquí). Nunca termino nada, dejo todo a medias.
 Desde pequeña me he caracterizado por ser poco constante, por comenzar una cosa y dejarla en poco tiempo: a los 5 años les pedí a mis padres que me apuntasen a una academia de piano, estuve en tres y toqué el piano durante 6 años hasta los once. A los 11 años quise tocar la flauta travesera, me inscribieron en el conservatorio de música y me compraron una flauta travesera que valía más de lo que yo me podía imaginar en ese momento, lo dejé a los 4 años. A los 15 años empecé alemán (idioma complicado donde los haya), después de dos años y un diploma, lo dejé. Desde los 8 años hasta los 12 iba a clases de pintura, cosa que me relajaba, por cierto, pero como todo, lo acabñe dejando. Lo único en lo que he sido constante ha sido el inglés, llevo 14 años llendo a clases y aún sigo en ello, debe de ser porque me gusta tanto que esto no quiero dejarlo.
 Pero no sólo tengo problemas en cuanto a los hobbys y actividades extraescolares. Mi vida real es un continuo cese de cosas. Las conversaciones las dejo por la mitad para evitar que me digan algo que no quiero oír. Las amistades también las dejo por la mitad, o porque no me involucro lo suficiente o porque me traicionan esos supuestos amigos. Los retos, los dejo cuando veo que no soy capaz de hacerlo, cosa que me duele ya que tengo un ego enorme y un orgullo peor. Las discusiones, también las dejo por la mitad, por miedo a no tener la razón y dejar que otro lleve el mérito.
 Soy consciente de que es un defecto enorme e intento evitarlo continuamente, pero puede más que yo y me causa muchos, por no decir demasiados, problemas. Nadie confía en que sea capaz de mantener durante tiempo algo que empiezo, todos hacen apuestas de cuanto tiempo tardaré en dejarlo y eso es bastante molesto. En lo único en lo que he sido y soy constante es en los estudios, y por conseguir entrar en la universidad que quiero, más que ninguna otra cosa, aunque a la hora de estudiar me distraigo con gran facilidad, por lo que se puede considerar que tampoco soy constante estudiando.
 Se que me llevaré muchos palos a lo largo de mi vida, palos que me hagan ver que estoy dejando cosas a medias por el camino, y esos palos serán bienvenidos a mi vida, porque me ayudaran a que algún día la termine sin dejarme ningún cabo suelto por ninguna parte.

jueves, 6 de enero de 2011

"I wanted so badly to lie down next to her on the couch, to wrap my arms around her and sleep. Not fuck, like in those movies. Not even have sex. Just sleep together, in the most innocent sense of the phrase. But I lacked the courage and she had a boyfriend and I was gawky and she was gorgeous and I was hopelessly boring and she was endlessy fascinating. So I walked back to my room and collapsed on the bottom bunk, thinking that if people were rain, I was drizzle and she was hurricane."
- John Green, Looking for Alaska


Esta es, quizá, una de las mejores frases que alguna vez he leído, por eso he querido compartirla con vosotros.

miércoles, 5 de enero de 2011

Mi pesadilla particular.

Ayer he sentido la gran necesidad de dedicar una entrada de mi blog a mi gran pesadilla: 2º de Bachillerato. Como ayer estaba muy cansada voy a ello hoy.
  La mayoría de los adolescentes españoles de 17 años (a menos que sean superdotados y si eso es así lo que voy a contar no les ocurre) que aspiran a hacer una carrera universitaria tienen que hacer la ESO (educación secundaria obligatoria), el Bachillerato y la Selectividad. Yo he pasado la primera etapa y ahora me encuentro en la segunda mitad de la siguiente, es decir, en 2º de Bachillerato. Muchos os preguntaréis, ¿por qué tanto drama? Yo os diré: "no es drama, es mi realidad". Mi curso escolar 2010-2011 empezó en septiembre, en ese momento estaba contenta porque volvería a ver a mis compañeros de clase y no estaría todos los días tirada en el sofá sin hacer nada, eso fue la primera semana. Las semanas siguientes fueron a contrarreloj totalmente, exames día sí, siguiente también, trabajos rebuscados, deberes, comentarios de texto... Me encontré en que en un mes no había salido de casa ni para comprar el pan, sólo para ir al colegio y del colegio a casa. En la biblioteca, la gente que trabaja allí ya me conoce de la cantidad de horas que me paso en ese lugar metida. Y sólo llevo una evaluación.
   Todos los adolescentes que están en 1º de Bachillerato piensan que segundo es una leyenda, creerme, no lo es. Con segundo de Bachillerato aprenderéis lo que es estar bajo presión un mes y medio sin descanso, lo que es que el estrés te acompañe a todas partes y no te deje respirar, lo que es matarte a estudiar para después sacar una nota mediocre, lo que es no tener tiempo material ni para dormir porque tienes que estar estudiando y sobre todo, lo que es pensar en que no vales para nada y que todo lo que haces no valdrá para entrar en la carrera que tanto querías; lo pensarás aunque no sea verdad.
   Dicen que esto es una etapa como otra cualquiera de la vida, pero yo pienso que no. Es la etapa más importante de tu vida, dónde te juegas un futuro que te dará de comer, mantendrá a tu familia y que te hará feliz, si consigues entrar en la carrera que quieres, ¿pero y si no lo consigues? si acabas en una carrera que no te gusta porque has tenido un mal día en un examen y tu puntuación ha bajado simplemente unas décimas y ya no puedes optar a esa carrera con la que llevas soñando 12 años, si ocurre eso ¿para qué habrán valido todo el esfuerzo y el estrés que te ha supuesto ese curso? Para nada, para eso habrá servido.
   Dejando todo esto atrás, si alguno de los que leéis esto estáis estudiando 2º de Bachillerato, no os alarméis al igual que lo hago yo, pensad en que si os esforzáis, lograréis entrar en esa carrera que tanto deseáis, que tanto os gusta. Al menos es lo que hago yo para que no me desborde todo esto.

sábado, 1 de enero de 2011

Nuevo año.

Uno de enero de 2011, si estáis leyendo esto es que ya habéis comenzado un nuevo año y, en este caso, una nueva década. Estos últimos días del 2010 he estado planteándome cosas referentes a mi vida como mi futuro, mis estudios, el nuevo trabajo de mi padre que le hará cambiarse de ciudad, mi nueva manera de pensar, nuevos amigos que han entrado en mi vida, otros que han salido de ella... y en resumen me he dado cuenta de que este año no ha sido muy bueno y de que debo cambiar radicalmente mi vida. Necesito enfocar mis prioridades, necesito tener claro quien soy y quien quiero ser, necesito saber de quien me puedo rodear y de quien no, y siendo sincera (que es algo que me caracteriza) aun no he conseguido llevar a cabo ninguna de estas cosas, por lo que espero conseguirlo en este nuevo año que empieza. Procuraré rodearme de personas que merezcan la pena, procuraré consgeuir que la gente esté a gusto conmigo y sobre todo, procuraré ser feliz. En doce meses os contaré como ha ido este año, si he conseguido aprobar la sele, si he conseguido entrar en esa carrera con la que llevo soñando doce años, si he conseguido adaptarme a mi nueva vida en Madrid (cumpliendo mi gran sueño) y si he conseguido ser feliz.