lunes, 30 de mayo de 2011

Cuestión de tiempo.


Todo el mundo llora, todo el mundo se siente triste alguna vez, todo el mundo es engañado, todo el mundo es despreciado, todo el mundo tiene el corazón roto en algún momento. Esto va para todas esas personas, que como yo, han sentido alguna de estas sensaciones en algún momento. Personas que están tristes, personas que tienen o han tenido el corazón roto, personas que han sido engañadas, personas que lloran o han llorado, personas que han sido despreciadas... Porque tienen que saber que no están solas, tienen que saber que hay mucha gente como ellos. Porque se merecen cosas mucho mejores que lo que les está pasando o les ha pasado. Se merecen sentirse queridas y valoradas. No se merecen ser ni engañadas ni despreciadas. Se merecen saber que aunque ahora tengan el corazón roto, pronto estará curado y feliz con otra persona. Porque se merecen saber que todo se solucionará, simplemente porque son personas y no se merecen que nada malo les pase.

Esa sensación desconocida.


He prometido y he roto promesas. He reído y he llorado. He mentido y he dicho la verdad. He soñado y he imaginado. He perdido tiempo y lo he ganado. He ganado amigos de la misma manera que los he perdido. Me he sentido orgullosa y también engañada. He estado alegre y he estado triste. He hecho daño y me lo han hecho a mí. Me he arrepentido de muchas cosas, como de otras no tanto. He sonreído y me he enfadado. He aprendido lecciones y las he enseñado. Todas estas cosas las he hecho o sentido alguna vez en la vida, pero hay algo que aún no he hecho. No he amado y tampoco se si me han amado. Según dicen, la mejor sensación del mundo: amar y serntirse amado. Puede que en ocasiones llegue tarde, pero dicen que es para siempre.

martes, 24 de mayo de 2011

Miedos.

Tengo que reconocerlo: estoy llena de miedos, de inseguridades, de temores. Tengo miedo a todo lo que se mueve, a todo lo que respira, a todo lo que establece un contacto visual conmigo. Siendo sincera, he de reconocer que tengo miedo a las avispas, abejas, insectos varios, serpientes, ratones, a la oscuridad, a la muerte y un tremendísimo miedo al fracaso. Muchos de mis miedos se han generado a lo largo de años, por causa de situaciones de pánico como mi miedo a la oscuridad, o por causa de traumas generados en la infancia como mi pánicos a los payasos. Mi miedo más desarrollado, por desgracia, es mi miedo al fracaso. Detesto perder, que me superen en cualquier cosa, que me pasen por encima. Me gusta estar en la cima de todo, quizá pensaréis que es egocentrismo, pues no; es necesidad. Si fracaso me siento mal, me derrumbo, pienso que no valgo para nada, pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que por más que quiera y que lo intente, no puedo triunfar en todo, me es imposible. No soy ni una superchica, ni una chica 10. Soy tan normal como cualquiera de vosotros, o incluso más. He aprendido a vivir con mis miedos e inseguridades, he aprendido a convivir con mis defectos y a drisfrutar de las pocas virtudes de las que soy consciente. Lo he intentado continuadamente, pero no se decirle que no al fracaso. Me supera, me pasa por encima cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. Soy consciente de ello, y cada vez me molesta menos. He aprendido a que tengo que evitar que el fracaso me supere, a que debe formar parte de mi vida, a que no puedo sufrir por evitar que comparta un tramo de mi camino. Me ha costado tiempo y esfuerzo, y ahora con un pie en la universidad puedo decir que aunque le sigo teniendo miedo al fracaso, no me importa tenerlo como compañero de viaje durante algún tiempo, aunque espero que no sea mucho. Ya que con él a mi lado, aprenderé a valorar mucho más mis triunfos de lo que lo hacía anteriormente.


jueves, 19 de mayo de 2011

Lo siento, pero es así.


Siento mucho tener que decirte esto, pero ya no aguanto más. No entiendes ¿por qué no te devuelvo las llamadas?, ¿por qué intento evitarte continuamente?, ¿por qué no te hablo primero?, ¿por qué me resulta incómodo como actúas conmigo?, ¿por qué intento no pasar tiempo contigo?. Es sencillo, no siento lo mismo que tú. Intento hacerte ver como pienso, como me afecta esta situación. El daño que me hace intentar evitar tu mirada, evitar que me toques. Realmente no se que hacer para que te des cuenta de la realidad, porque se que no quieres darte cuenta, no quieres ver lo que realmente hay, tienes una venda en los ojos que te ciega a más no poder, pero esto ha llegado hasta aquí, si hace falta seré dura, me revelaré a tí, te diré las cosas claras para que sepas lo que realmente hay. En serio que lo siento, pero tu me has hecho llegar a este punto, date cuenta de una vez de que ¡no quiero tener nada en común contigo!

martes, 17 de mayo de 2011

Enamorarse.


Todo empieza como una curiosidad, curiosidad de saber porqué te estás fijando en esa persona y no en otra, porqué lo has escogido a él entre tanta gente, curiosidad de saber porqué lo buscas con la mirada sin ningún motivo aparente. Con el tiempo te vas dando cuenta de que necesitas esa mirada como el aire para vivir, que sin esa mirada tus días son grises, el sol no ilumina y nada tiene sentido. Con esa mirada llegan las primeras denominadas mariposas, sí esa sensación insoportable en el estómago que confunde más que aclara las cosas. Te vas dando cuenta de que el contacto de esa mirada te tranquiliza, te relaja y hace que sea algo necesario para tu día a día, algo sin lo cual tu día se convierte en triste, no tiene sentido y acabas molesta por algún motivo para los demás desconocido, pero para tí, demasiado, tanto que ya tiene nombre propio. Esa mirada se convierte en una motivación esencial para tí, algo que te hace superarte cada día; el premio a un largo camino que recorres diariamente sin sentido alguno. Este camino que hasta ahora carecía de sentido, ahora lo tiene, un motivo tan importante que se convertirá, sin tú saberlo, en el primordial de tus días. Poco a poco, la necesidad de esa mirada se va convirtiendo en algo más fuerte, lo necesitas a él, no sólo a su mirada. Necesitas saber en que piensa, qué es lo que le interesa, qué le apasiona, qué le hace sonreír, y sin darte cuenta, esas prioridades se convertirán en las tuyas propias. Intentarás que se fije en tí por encima de todas las cosas, y los buenos días regalados por su persona serán diferentes a los recibidos por parte de los demás. Harás que se convierta en tu amigo, en tu confidente, para poder poco a poco ir ganándote su corazón, hasta conseguir conquistarlo completamente. Los días pasan y comienzas a imaginar un mundo perfecto junto a él, los dos juntos sin que nada ni nadie pueda destruírlo. Pero de repente un día pones los pies en el suelo y te das cuenta de que por mucho que lo intentes, de que por mucho que sueñes con formar parte de su mundo, él no estará ahí para ti. En ese momento te darás cuenta de que te da igual si algún día estará ahí para tí o no;te darás cuenta de que lo único que realmente quieres es que esa persona por la que tanto has cambiado, sin él saber nada, sea feliz. Contigo, con otra persona o simplemente sólo. Harás todo lo que esté en tu mano para lograrlo, aunque no saques beneficio alguno de tus actos, sólo con verlo feliz te alcanza. En ese momento podrás hechar la vista atrás y repasar todo lo ocurrido, paso por paso, momento a momento para llegar a la conclusión que tanto daño te hará saber, para llegar a reconocer de una vez en tu vida, que realmente estabas enamorada, que esa sensación de dolor que sentías en el pecho cada vez que lo veías con otra chica que no eras tú, se llama amor. Sí, se puede estar enamorado, y si alguna vez has sentido algo parecido a esto, créeme que sin duda lo estás o lo has estado.

domingo, 15 de mayo de 2011

conóceme si quieres.

No pretendas decirme como tengo que ser y menos como soy, porque no lo sabes. Nadie me conoce realmente aunque lo intenten, o casi nadie. No soy una persona fácil, aunque muchos estén convencidos de lo contrario. No me importa lo que los demás piensen de mí aunque resulte doloroso. Soy de esas personas que con una sonrisa lo arreglan todo, que comen chocolate aunque sepan que se les llenará la cara de granos, de esas que disfrutan viendo dibujos animados aunque ya tengan dieciocho años, de esas a las que crecer les asusta, que quieren seguir siendo niñas. Soy una persona complicada, a la par que sencilla, soy díficil de tratar, pero cuando lo consigues resulto de lo más normal. Soy de aquellas que llegan tarde a todos los lados y no hacen nada por evitarlo, de las que matarían por un día sin hacer nada tomando el sol con amigos, de las que la política les da dolor de cabeza, de las que disfrutan riendo sin pensar en nada más. Soy de las personas que pasan el tiempo leyendo las cajas de los cereales mientras desayunan, de las que se gastan el dinero en pintauñas que tardarán tiempo en utilizar, de las que al mal tiempo ponen buena cara, de las que están aterrorizadas por empezar la universidad en menos de 5 meses. Soy de esas personas a las que la lluvia les deprime y las tormentas les asustas, de esas personas que se fijan en chicos guapos que salen en televisión y sueñan en una vida juntos. Soy de aquellas personas a las que el compromiso les asusta y que defienden su libertad por encima de todo. Soy de aquellas que se acaban de graduar y que tienen miedo de lo que viene después. Soy de aquellas personas a las que por mucho pienses conocer, te sorprenderán cada día con algo nuevo.